Prueba de historia: CD 10

Titulos

Antiguamente, cuando los nobles recibían el título para poder reunir sus ejércitos personales, el título delimitaba qué tan grande era la fuerza que una familia podía aunar. En la actualidad, pese a que la jerarquía se mantiene, tiene poco que ver con lo poderosa que es una familia.

· El título de duque es casi exclusivo para familiares cercanos al monarca o para aquellos que son nombrados directamente por la corona. (En su inmensa mayoria en las familias Siver u Obarskyr)

· El rango de marqués y marquesa ha quedado prácticamente en desuso, puesto que era otorgado a nobles que servían a la corona como nobles-frontera en zonas peligrosas, cosa que Cormyr no ha necesitado en los últimos dos siglos.

· El resto de nobles se reparten según su rango dentro de su propia familia entre condes y barones, siendo este rango el que engloba a la inmensa mayoria. Diferenciandose el uno del otro unicamente en la cercania en la escala de herederos y en número segun la importancia de la casa.

· Por debajo de los condes y barones hay un nivel cuyos individuos legalmente se consideran nobles, pero cuyo título es poco más que caballeros elevados. Son los baronet, que deriva de su derecho a portar escudo de armas; estos nobles son el rango más inferior y suelen ser considerados por el resto de la nobleza como soldados glorificados. Los hijos, de altos nobles que no son el heredero directo son considerados baronet.

Herencia

Cormyr es un estado monárquico centralizado en el cual la autoridad y el poder político fluye desde el monarca. Sólo el monarca gobernante tiene la potestad de otorgar títulos nobiliarios y reclamar lealtad. Ningún noble puede ennoblecer a otros con títulos de menor rango así como tampoco puede reclamar lealtad personal o vasallaje de nobles menores o plebeyos.

La herencia se atiende por derecho de primogenitura. Sin embargo, la Corona a veces asigna limitantes o condiciones para la herencia de un título y, el noble, sin importar el rango, no puede elegir a su sucesor sin el permiso del monarca.

Los baronet que son considerados como tal en virtud del título de sus padres, pasan directamente el rango a sus hijos, de forma que todos los miembros de una casa noble con el mismo apellido permanecen como miembros de la nobleza.

Tierras

Que te concedan un título nobiliario a veces lleva consigo la concesión de tierras, que se pueden comprar, vender o alquilar. Una casa noble con tierras tiene una región de donde deriva el título y después, la vasta expansión de tierra que la rodea, con la que se puede comerciar. La venta del corazón de la región siempre requiere de autorización de la Corona. Estas ventas, sin embargo, suelen realizarse por nobles que desean que sus hijos tengan la oportunidad de conseguir sus dominios donde ellos quieran y no simplemente vivir de las migajas del hermano heredero.

Formas de trato

Todos los nobles de Cormyr deben ser llamados como “Lord” o “Lady”, con excepción de los baronet, que son llamados como “Sir”. Los duques, en correspondencia formal o en funciones oficiales, serán denominados “Excelencia”. Aquellos individuos que lleven el título como líderes de una familia noble lo mencionan como parte de una sarta de títulos, por ejemplo “Su Excelencia, Raynaan Marliir, Patriarca de la casa Marliir de Arabel y Cormyr”.

Realeza

Los hijos e hijas del monarca mantienen el título de príncipe y princesa hasta que sus padres son sucedidos en el trono. En ese momento, todos los príncipes, con excepción del que ha ascendido a rey, son nombrados Duques reales. La forma correcta de llamar a un duque real es “su Real Excelencia”. Todos los hijos de descendencia real, sin importar su rango de nacimiento, son barones y baronesas.

Casamiento y viudedad

Cuando dos nobles se casan, sus hijos heredan el título más alto entre los padres; si los dos fueran nobles por derecho propio, entonces el segundo heredero ganaría el otro título.

Cuando un noble se casa con alguien que no forma parte de la nobleza, se le concede un título de cortesía. Dicho título se pierde con la finalización del matrimonio y no se hereda. Las mujeres de nobles ganan un título de cortesía igual al de su marido; por el contrario, los maridos ganan un título de cortesía en un sistema ligeramente más complejo:

Si el marido lo es de una baronesa, entonces se le llamará simplemente como “Lord”.
El marido de una condesa será llamado “conde honorífico” y llevará asociado el apellido de la mujer o el título de las tierras si tuviera.
En el caso de una duquesa, así como marquesas, serán tratados como condes.
El marido de una princesa es conocido como “Real Marido” pero el título es como el de duque, como si su esposa fuera duquesa real del reino. Si un hombre fuera lo suficientemente afortunado como para casarse con una reina, entonces sería conocido como príncipe consorte, jamás como rey.

Puestos militares y señores locales

Puede ocurrir que hijos de nobles, primogénitos o no, entren a formar parte de las tropas tanto de la Armada Púrpura como Azul. En términos de oficialidad, se les ha de llamar en base a su rango militar seguido de su nombre, ignorando su apellido familiar para no desprestigiar el ascenso en su carrera militar, llegando a considerarse un insulto grave utilizarlo. De igual forma, hay que tener en cuenta que Dragones Azules tienen una mayor potestad que los Púrpura, siendo un capitán azul la máxima autoridad en temas marítimos, sólo por debajo del Rey.

Además, los señores locales de algunas regiones deben ser nobles y, por tanto, todos los individuos que ocupan dicha posición son considerados como mínimo baronet, aunque la Corona a menudo les condecora con rangos más altos que no heredarán sus hijos. Remarcar que igual que en el estamento militar, los nobles a los que la corona nombra como gobernante de alguna ciudad importante: Arabel, Massenmber, etc. Dejan de ostentar su apellido familiar y las delegaciones que esto aporta, pero a cambio en los asuntos referentes a la gestión de esta urbe y sus territorios, solo tienen que dar cuentas ante el Rey.

Traición y otros menesteres

Los Obarskyr se han mostrado siempre indulgentes cuando tienen que lidiar con familias con algún miembro acusado de traición. Sin embargo, cuando se trata del patriarca o algunos de los miembros más mayores quienes cometen traición, entonces no dudan en despojar a toda la familia de sus tierras y títulos. Cuando los actos amenazan una vida real, entonces se procede a decapitar a la cabeza de familia y exiliar al resto.

Cualquier familia despojada de sus títulos pierde los derechos sobre sus propiedades en el reino, incluyendo tierras, que pasan a formar parte de la Corona o de quien sea asignado, así como cualquier objeto de valor que el monarca pueda desear. Cuando se les exilia pueden llevar los efectos personales con los que puedan cargar, así como tantas monedas como quepan en sus bolsillos.